miércoles, 20 de febrero de 2008

STOP BURGER KING


Te has planteado cómo está la carne de la hamburguesa en Burger King?

Pues te contaré algo:

La carne está picada y congelada. Por lo que no se puede saber de qué es. Teóricamente es de ternera (¿loca?), pero... también te pone en el panel de la barra el peso que deben tener, y tú ¿las pesas? Publicidad engañosa. ¿Sabes cuál es la escala, la proporción entre la hamburguesa que publicitan y la que te venden?

En un minuto y a temperaturas de más de 70º las carnes salen "hechas", se meten en unos baños y a temperatura caliente se mantienen hasta ser emparedadas entre pan. Normalmente cuando empieza a haber gente las hamburguesas se dejan ya hechas en retención. Con lo cual es normal que haya unas cuantas hamburguesas que esperan y esperan... y esperan ... y se venden y alguien las come. Secas, pero con ketchup cuelan. Luego los efectos serán los que sean. ¿O no los notas?

Y si el tiempo de estado óptimo debe ser de unos 15 minutos, pues hay gente que cuando se las come han podido pasar muchos cuartos de hora, ¿1 hora? Es fácil.

Asimismo, cuando la carne está (o las alas, o los tender, o cualquier otra cosa) metida en los baños, tiene un tiempo de espera que es medido por unas luces. Mientras esté en verde se puede consumir, al ponerse en rojo, la carne está en mal estado y debe tirarse.
¿Sabes qué se hace entonces?
Se vuelve a pulsar el botón para que aparezca el verde... y ¡listo! Otra vez a la rueda y se come, aunque ya esté para tirar.


Por cierto, te cuento que el Burger King de Xixón se abrió con retraso y la empresa que estaba a cargo de las obras no solicitó la toma de electricidad. La tomó de donde quiso o de donde pudo, y al ser descubierta, la empresa suministradora se la cortó.
Y mientras tanto, el establecimiento estuvo sin electricidad, pero con la carne del pedido ya en los congeladores. Así que ésta empezó a descongelarse. Aun así, todo ha salido a la venta. A pesar de haber roto el ciclo del frío y de haber podido estropearse. Cuando se abrían las cajas de carne para meterlas en el broiler se veía un doble color en las piezas. Por una parte congeladas, con escarcha, y otra parte ya rojiza, de haberse descongelado.

Igualmente ha pasado con los productos frescos. Que no de temporada. Sino que están en la cámara de refrigerado. La cebolla, en bolsas, hedía. El olor de algunas bolsas era insoportable, fortísimo, profundo, casi vomitivo. Y si alguna de esas bolsas terminaba en la basura era por el escrúpulo de algún trabajador o de algún encargado. Si no... ¡todas a la venta!

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